domingo, 23 de marzo de 2008

LA RAZÓN INDÍGENA DE VIVIR!


Red Ada/ 20 de marzo de 2008

La Paz/ Bolivia


Eran tiempos de niños cuando una mujer indígena buscaba flores en los bosques cantando y feliz para su casa como una fuente de alegría a su familia. Algunos años después, la misma mujer sacaba flores pero llorando. Eran las mismas flores, pero, para hacer un homenaje a una persona de su familia que estaba muerto defendiendo la tierra.


Hemos escuchado que "la vida es un combate que a los flacos abate", pero la tradición ancestral indígena nos enseña que la vida es como una fuente muy preciosa que debe de ser vivida como el olor de las flores que nos hacen bien y que tiene que ser cultivada y compartida a cada despertar del sol y a cada noche que llega para demostrar el respecto y el equilibrio entre el gran Creador, la naturaleza y nosotros.


Con este concepto base de enseñanzas de nuestros ancestros a los derechos humanos, al medio ambiente, justicia, la paz y el respecto incluso a los flacos y diferentes, hemos demostrado como indígena un sistema de vida individual y colectiva.


Como ejercicio a la tradición oral y de percepción, hemos aprendido a observar los caminos de la civilización y religiones occidentales, su comportamiento de preconcepto y racismo contra nuestra forma de mirar la vida y de vivir. Hablan de Dios, libertad, democracia y ética, pero con referencia a una óptica unilateral que nos considera un "salvaje" que tiene que ser "civilizado", con justificación que ellos mismos jurídicos, políticos y incluso, legales.


Como primeras naciones de las Américas y dueños originales de todos los territorios, hemos despertado que ahora somos partes de la globalización. Nuestras comunidades aunque lejas están siendo sitiadas por nuevas ciudades y proyectos económicos que llegan con nuevos costumbres y nuevas enfermedades, cambiando nuestra forma de vivir.


Pero, hay una nueva consciencia indígena que se desarrolla para los nuevos tiempos. Sabemos que como nosotros, están los pobres blancos y afro-descendentes que también buscan una vida con dignidad para su familia, que muchas veces no tiene que comer o donde dormir.


Gracias a nuestro espíritu ancestral en la relación con la tierra y la resistencia de nuestros lideres, buscamos caminos para nuevas informaciones, mirando con mucha atención los señales transmitidos por esta nueva civilización y modernidad, por ejemplo, representación políticas y elecciones, juegos de fútbol, guerras e incluso nuevas palabras como corrupción para ladrones, crimen organizado, medias verdades para la mentira, destrucción del medio ambiente, violación cultural y física contra pueblos indígenas, niños abandonados en las calles, esclavitud, todos transmitidos incluso por la prensa más consciente, pero que se transforma case en un cotidiano común que estimula nuestra omisión y anula nuestra indignación para reaccionar.


Tenemos como hijos de pueblos tradicionales y soberanos, defender nuestras tierras como un patrimonio territorial con valor a un nivel alto de calidad de vida, que no puede creer como una sociedad quiere construir la paz en base a la guerra, marginando familias, sociedades y su soberanía en nombre del desarrollo. Una civilización que tiene estas bases de vida, no puede jamás asegurar un mundo mejor a sus futuras generaciones.


Se tenemos como pueblos indígenas la conciencia de nuestros derechos como primeras naciones y parte de la globalización, debemos afirmar con responsabilidad y solidariedad, que la paz mundial no será construida en base de guerras y entonces, no podemos aceptar la guerra en Iraque y tampoco, la violación contra hermanos en el Tibet.


La guerra promueve odio, muertes, destrucción que van reflexionar en sacrificios de familias y de otro lado, tenemos que pensar quien está teniendo lucros con estas catástrofes: las industrias bélicas? Petróleo? Control geográfico? Juegos Olímpicos?


Ante toda esta reflexión, creemos que nosotros los Pueblos Indígenas aunque con cambios climáticos, cambios culturales, pero con fuerza espiritual, tenemos que ayudar a la humanidad moderna a encontrar los caminos de respecto al medio ambiente, la diversidad humana, generando una sociedad capaz de promover una nueva forma de convivencia humana, relación comercial con equilibrio ecológico, económico y calidad de vida.


Y entonces, nuestras mujeres indígenas van poder buscar sus flores en nuestras tierras para hacer más hermosa nuestras casas, nuestras familias y nuestros corazones, igual como un pájaro que vuela para buscar uno a uno un pedacito de palo, hoja y hacer el conforto de su casa.

Un poema? Quizás, sí, pero con la realidad indígena, de que todavía hay una razón de vivir!

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