Desde hace algunos años, empresas semilleras y capitales transnacionales están intentando apropiarse y controlar las semillas y la agricultura en el mundo entero.
Las familias y comunidades campesinas e indígenas se han resistido a esta agresión y han logrado mantener sus semillas y su autonomía para reproducirlas
Entonces, las empresas están hoy tratando de acabar con las semillas y las agriculturas indígenas y campesinas. Para lograrlo están exigiendo a los países que aprueben leyes que privatizan las semillas y convierten la libre reproducción de las semillas en un delito.
En Chile se está discutiendo un proyecto de ley que privatiza las semillas, la llamada Ley de Derechos de Obtentor. Esta ley aún no ha sido aprobada por el Senado, pero si se aprueba pasaría lo siguiente:
· permitiría que las empresas y los institutos de investigación se apropien de las semillas campesinas diciendo que las "descubrieron". Lo único que necesitarán es tomar semillas, seleccionarlas un poco y luego registrarlas como propias.
· Una vez que se apropien de esas semillas, podrán volver al campo y decir que las semillas que se parezcan a ellas también son de la empresa y prohibir que se reproduzcan libremente
· Las familias en el campo tendrán dificultades cada vez más grandes para reproducir sus semillas y se verán obligados a comprarle semillas a las empresas semilleras al menos año por medio.
· Las y los campesinos que reproduzcan las semillas que las empresas dicen que son de ellas podrán ser sancionados mediante la destrucción de sus cultivos, la confiscación de sus cosechas e incluso la confiscación del producto derivado de las cosechas (como la harina)
· Si la ley se aprueba, le abrirá la puerta a los cultivos transgénicos en todo el país, para que se conviertan en un gran negocio para las transnacionales.
· A pesar de que este proyecto de ley afecta profunda y gravemente a los pueblos indígenas sus organizaciones y representantes no han sido consultados.
· Una vez que se apropien de esas semillas, podrán volver al campo y decir que las semillas que se parezcan a ellas también son de la empresa y prohibir que se reproduzcan libremente
· Las familias en el campo tendrán dificultades cada vez más grandes para reproducir sus semillas y se verán obligados a comprarle semillas a las empresas semilleras al menos año por medio.
· Las y los campesinos que reproduzcan las semillas que las empresas dicen que son de ellas podrán ser sancionados mediante la destrucción de sus cultivos, la confiscación de sus cosechas e incluso la confiscación del producto derivado de las cosechas (como la harina)
· Si la ley se aprueba, le abrirá la puerta a los cultivos transgénicos en todo el país, para que se conviertan en un gran negocio para las transnacionales.
· A pesar de que este proyecto de ley afecta profunda y gravemente a los pueblos indígenas sus organizaciones y representantes no han sido consultados.
Es muy importante en este momento presionar a los senadores para que rechacen este proyecto de ley, mediante cartas y correos electrónicos a los senadores, movilizaciones, declaraciones públicas, programas de radio, entrevistas, conversatorios, debates públicos y conversaciones con los senadores donde podamos expresar este rechazo.
Es necesario demostrar que el rechazo es amplio y profundo y que defenderemos las semillas, la agricultura campesina e indígena y la alimentación de todo el pueblo.
¡No a la privatización de las semillas!
¡Por la defensa de la agricultura campesina e indígena!
¡Nuestras semillas campesinas se mantendrán en resistencia!
¡Construyamos soberanía alimentaria YA!
Más información: ANAMURI 02-26720019 CONFEDERACION RANQUIL: 02-26811032
Francisca Rodríguez: 96224613 CONAPROCH: 9-9724282
Camila Montecinos: 91333655
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