RED-ADA.- La Paz, 11-06-07
En la conferencia Disidencia sexual en el contexto de las guerrillas sudamericanas, realizada en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Rosario Gallo Moya, que participó de la guerrilla durante la dictadura militar en Argentina, criticó al movimiento de izquierda, pues no hacía mayor crítica al sistema patriarcal y al concepto tradicional de familia como "centro de todo", y que generalmente las organizaciones guerrilleras "bendecían" a las nuevas parejas debido a la idea de que eran depositarias de las nuevas familias proveedoras de hombres y mujeres para continuar la lucha armada.
Asimismo, criticó a la relación heterosexual con fines meramente reproductivos y a la continuidad de esquemas jerárquicos., criticó el gueto construido por el colectivo gay, por separar del resto de la sociedad y propiciar la discriminación en manifestaciones como el "gay-set" y el "lesbianchic", finalmente sostuvo que: " El sexismo concibe a la mujer como fuente de la reproducción y un ser dedicado a obedecer a los hombres, y los gays, independientemente de su orientación sexual, en su mayoría continúan siendo varones con ideas sexistas".
A este respecto el conocido activista de la comunidad de diversidades sexuales y genéricas, Guery Zabala sostuvo que: la izquierda revolucionaria, desde todo punto de vista trata de eliminar cualquier esfuerzo que no lleva a los cambios estructurales de una sociedad. Y se convierte en demagogia el decir que la familia es el crisol de las nuevas familias proveedoras de hombres y mujeres para continuar la lucha armada. Pues muchos/as de sus hijos/as y familiares cercanos dejan de lado esta lucha, por la falta de atención que tienen los padres y las madres hacia sus hijos/as en pro de la lucha armada y la revolución.
Se puede reconocer que existen ghetos de hombres gays, de mujeres lesbianas, de hombres y mujeres afrodescendientes, de mujeres víctimas de violencia, de personas que trabajan y luchan día a día por la revolución y la lucha armada; y se puede seguir enumerando los ghetos. Pero lo que debe importarnos es el fin de estos ghetos, que muchos de ellos se quedan en el reformismo social y no van a la revolución.
Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transgéneros, Travestíes y Heterosexuales, somos revolucionarios no por lograr un pequeño "cambio social", "aceptación social" o "permisos para desenvolvernos". Somos revolucionarios cuando nuestros fines llevan al cambio de estructuras mentales y formas de entender y comprender la realidad que nos rodea, donde percibimos que no es solo determinado grupo más discriminado que otro, sino más al contrario, se logra percibir la generalidad.
Y concluye señalando que: la revolución debe ser entendida como algo que cambia la forma estructural de una sociedad y no solamente la forma, por la cual, lo que se ve y se ha visto hasta la fecha es mero reformismo a la estructura capitalista.
Por su parte, el activista de derechos humanos Wilmer Vargas, sostuvo que esto demuestra la realidad de los procesos de revolución que se centran exclusivamente en la reproducción del patriarcado y dejan de lado todo lo que se constituye como femenino, es el caso de la comunidad Gay.
Además señala que el partido oficialista en Bolivia al que considera: revolucionario que representa a las bases sociales, incumple un acuerdo con el colectivo Arcoiris, sobre aportes a la Asamblea Constituyente respecto de las diversidades sexuales y genéricas y se pregunta... ¿que pasó? no éramos revolucionarios o simplemente la revolución es para los originarios?
Asimismo, destaca que las comunidades de Gays, lesbianas, bisexuales y transgénericos conocidos más como GLBT, siguen excluidos de los procesos de políticas de izquierda o de derecha, "las relaciones con estas diversidades sexuales y genéricas son para buscar sólo su apoyo o supuesta coordinación", señaló. Y se pregunta: ¿porque será? ¿Por homofobia o falta de compromiso?
(Comentario sobre la nota de Mario Alberto Reyes/ NotieSe 05-06-07)
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