Millaray Painemal Morales de importante trayectoria en la dirigencia Mapuche y en áreas de especialización sobre género y desarrollo comunitario, es quien dirige en la actualidad el área indígena de ANAMURI y en este contexto nos comparte su mirada frente al actual modelo económico imperante en Chile, la propuesta desde las mujeres rurales, las actividades en pro de la defensa de la soberanía alimentaria y la protección de las semillas ante los intentos de ciertos sectores por privatizarlas y un llamado a las organizaciones y Comunidades. Ver entrevista.
Millaray Painemal Morales, es de la zona de Chol Chol, es Historiadora con estudios en la Ex Unión Soviética y una especialización en Género y Desarrollo en FLACSO, Ecuador.
En el año 1998 junto a 50 mujeres campesinas e indígenas funda la Asociación Nacional de Mujeres rurales e indígenas (ANAMURI). Desde ese periodo dedica su tiempo a trabajar por los derechos de los Pueblos Indígenas, Campesinos y de las mujeres. En la actualidad es la responsable del Área Indígena de la organización y el de Derechos Humanos.
¿Cuál es la posición de Anamuri frente al modelo económico imperante y que propuestas surgen desde las mujeres rurales como formas de desarrollo y economías?
ANAMURI surge en la década de los noventa, en un contexto marcado por la desigualdad social provocado por el sistema económico neoliberal y donde el estado se ha encargado de administrador este sistema que ha dejado marginado a importantes sectores de la población y especialmente a los campesinos y pueblos indígenas.
Frente a este escenario, surge la necesidad de establecer alianzas entre mujeres indígenas y campesinas para enfrentar el actual sistema económico y al proceso de globalización. Desde nuestros inicios consideramos necesario la articulación a redes más amplias como la CLOC, Coordinadora Latinoamérica de Organizaciones del Campo y de Vía Campesina a nivel mundial para hacer frente a este sistema neoliberal.
Junto a estas redes transnacionales de campesinos y campesinas hemos promovido diversas campañas, como es de las Semillas y que se vincula a la soberanía alimentaria. Hoy en día estamos promoviendo la Agroecologia que tiene sus raíces en los conocimientos que poseen los campesinos y los pueblos indígenas y esperamos contar en un futuro con una Escuela de Agroecologia en la cual los jóvenes puedan formarse y luego vuelvan a vivir al campo.
¿Cuál es la posición que tienes como representante del área indígena de ANAMURI y como Mapuche frente a los intentos por establecer una Ley al UPOV 91 por parte de algunos sectores políticos y empresariales?
Sabemos que las políticas del estado Chileno han privilegiado el modelo basado en la agro-exportación y donde los recursos naturales han sido mercantilizados como es la tierra, el agua, y las semillas. Esto último a través de la ley UPOV 91 y la ley de Obtentores vegetales que esta ligada a la introducción de cultivos transgénicos al país. Lo que hace la UPOV-91 es que deja abierta la puerta para que cualquier persona o empresa registre y se lleve una variedad de semillas las cuales han estado en manos de los campesinos y campesinas. Es necesario decir que estas iniciativas no han sido consultadas a los pueblos indígenas que es un derecho establecido en el Convenio 169 de la OIT y que se encuentra vigente desde el año 2009.
¿Qué actividades están realizando en pro de la soberanía alimentaría y el resguardo de las semillas campesinas e indígenas?
Como organización estamos en una Campaña Mundial diciendo que las semillas son patrimonio de todos y todas, es decir es de la humanidad y no pueden ser patentadas. A través de los años hemos realizando innumerables actividades a través de todo el país. En el norte son los trueques de semillas que mueven a las mujeres campesinas en la zona sur a través de los Trafkintu, actividad milenaria que realiza el Pueblo Mapuche. Asimismo, como dirigentas de ANAMURI estamos realizando charlas, talleres y seminarios haciendo conciencia a otras organizaciones para seguir cultivando nuestras semillas. El trabajar en redes nos permite además hacer incidencia y enfrentar estas nefastas leyes que privatizan nuestras semillas y aspiran a controlar la alimentación de nuestros pueblos.
Para ANAMURI es importante seguir trabajando por la soberanía alimentaria que significa el derecho que tenemos los campesinos y campesinas a decidir qué cosas producir, dónde producir, cómo y cuánto producir. Lo anterior está ligado además a los derechos a la tierra de los campesinos y la recuperación de los territorios de los pueblos indígenas. Para nosotras es importante mantener viva la organización y luchar por cambiar el actual sistema económico, es un proceso lento pero, que tenemos que hacerlo por el futuro de las nuevas generaciones.
¿Qué mensajes darías a las comunidades Mapuche para el desarrollo autónomo?
Es importante seguir organizados y movilizarse de manera conjunta, retomar la solidaridad tan ausente en nuestros días. Seguir luchando por nuestros territorios, por la defensa de las aguas y de nuestras semillas. Una forma de resistir es seguir realizando los trafkintu, recuperar nuestra cultura y valores como la solidaridad.
Fuente: Mapuexpress
Difunde: Ukhamawa Noticias
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