En Arica, hemos vivido transgresiones graves a nuestros derechos consagrados, como ya se dijo. Se ha vulnerado nuestro derecho a la vida, el derecho a vivir de nuestros hijos, las condiciones de salud y bienestar y la seguridad por la incertidumbre que genera el desconocimiento del alcance de los riesgos a que hemos sido sometidos por décadas.
Excelentísimo Señor Presidente
Don Sebastián Piñera Echeñique
Don Sebastián Piñera Echeñique
Santiago de Chile
Muy respetuosamente, expongo a usted algunas reflexiones para tomar buenas decisiones. Una breve revisión de algunos pendientes del Estado con la ciudad de Arica.
Uno de los derechos fundamentales del hombre es el derecho a la vida. Contemplado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Artículo 3 señala que: "Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona". Por su parte, la Constitución Política de Chile (Capítulo III, de los derechos y deberes constitucionales) en su Artículo 19.- "La Constitución asegura a todas las personas: 1º.- El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona".
Sin embargo, en Arica, hemos vivido transgresiones graves a nuestros derechos consagrados, como ya se dijo. Se ha vulnerado nuestro derecho a la vida, el derecho a vivir de nuestros hijos, las condiciones de salud y bienestar y la seguridad por la incertidumbre que genera el desconocimiento del alcance de los riesgos a que hemos sido sometidos por décadas. El ejercicio de la memoria es fundamental para conocer las consecuencias de las malas decisiones que se tomaron en el pasado y conocerlas, comprenderlas y enmendar los errores cometidos es una actitud necesaria y propia.
Como si fuésemos un gran laboratorio, los ariqueños fuimos sometidos, en 1980, a la pulverización vía aérea de Malathion 25, como parte del Convenio Chile/Perú para la erradicación de la mosca de la fruta. No existían datos suficientes sobre su efecto en la salud humana, sólo los efectos en ratas. Hoy sabemos que el Malathion es perjudicial para seres humanos y, en caso de aplicación en un campo o terreno determinado, se recomienda que deben transcurrir por lo menos 12 horas entre la aplicación y la entrada al terreno, pero en algunos casos, por ejemplo cuando los trabajadores entran a un terreno para cosechar manualmente, deben pasar hasta 6 días para minimizar los riesgos asociados a la exposición.
En Arica, el avión del SAG recorría toda la ciudad semanalmente y pulverizaba el agro tóxico indistintamente sobre las casas, los animales, las personas. Todo quedaba impregnado con Malathion 25. Lo más grave es que no tuvo efecto sobre la mosca de la fruta y la decisión fue aplicar directamente en las casas, en todo lugar donde hubiera especies vegetales. Así erradicó Chile la mosca de la fruta, que le permite exportar los productos frutícolas del centro y sur del país, a costa de la exposición y experimentación con los ariqueños.
No estamos empoderados del derecho a saber, por lo tanto, las consecuencias de las decisiones de los expertos, no las conoceremos, a no ser que investiguemos, al margen de los servicios de salud gubernamentales, en éstos, como usted debe saber, las muestras médicas son incompletas, como ocurrió entre 2000 y 2001 con 4992 muestras extraídas a familias afectadas por los depósitos de metales tóxicos de PROMEL de las cuales solo 500, fueron informadas. Más grave aún, los resultados manipulados, para parecer menores los rangos de los tóxicos presentes en los afectados. Por eso y por otras razones que ya explicaré, muchos de nosotros desconfiamos de los estudios, los resultados y las decisiones que toma el Estado en relación a esta región.
Entre 1980 y 1989, la empresa PROMEL (la misma) explotaba el yacimiento de oro "Vilacollo", ubicado en el cerro Choquelimpie, en un área silvestre protegida. El material era procesado en la Planta Pukara, en los altos de Copaquilla. El método utilizado era la lixiviación con cianuro. El cianuro es altamente tóxico y su presencia en el ambiente (suelo, subsuelo, agua) es por un tiempo considerable. La persistencia del cianuro y sus descomposiciones o transformaciones, en alianza con las sales naturales de las rocas del sector o el agua de lluvia lo transforman en un veneno. No existe uso de cianuro en minería sin riesgos asociados.
Sin embargo, al cierre de las operaciones de Vilacollo, dispersos en 16 hectáreas quedaron cerca de dos millones de toneladas de residuos, desechos y basura. Quien conoce el sector sabe que estamos en una zona de pendiente que deriva hacia el valle en forma natural cualquier componente que se anexe a las aguas. En 2009, la Sra. Fernanda Santos Ticclle presentó una denuncia ante el ministerio público. La Brigada de Delitos Ambientales de la PDI estableció la presencia de metales pesados en el agua del río Copaquilla, en la zona de los desechos mineros y en el sector de Trigo Pampa. Todos en cantidades que superan la normativa vigente.
Sabemos que usted no cultivará ningún producto ni pastoreará por estos parajes, pero existen opiniones y estudios que desde la ciencia pueden iluminar sobre el tema. Tenemos al Dr. Andrei Tchernitchin de la Universidad de Chile, quien alertó que éstos desechos contaminantes alcanzaban la cuenca del San José y los cultivos del Valle de Azapa. La ciudad de Arica, sus habitantes, todos afectados. Los residuos de la minería contaminan desde el alto Copaquilla y la pendiente los trae al valle, a la ciudad, en la tierra y en el agua.
PROMEL también abandonó en la ciudad de Arica los residuos tóxicos que luego y hasta el presente, son responsables de malformaciones, abortos espontáneos, algunos tipos de cáncer, en rangos estadísticos que difieren entre lo que registra el Ministerio de Salud y las cuentas que llevan los mismos afectados. El MINSAL tiene a su haber omisiones y manipulación de datos en este mismo caso, como hemos visto.
Con lo expuesto y en víspera de una decisión que las autoridades deben tomar sobre la aprobación o rechazo del proyecto minero de manganeso Los Pumas, solo queda reflexionar sobre el peor de los riesgos: el poder de tomar decisiones desde la falta de elementos suficientes.
El territorio donde se emplaza el proyecto contiene yacimientos arqueológicos que serán cercados, senderos que serán desafectados y otros hallazgos que serán trasladados (estructuras pircadas, apilamiento de piedras prehispánicos-apachetas- alero con pinturas prehispánico, muro pircado, material cerámico histórico y prehispánico), y un ramal del camino del Inca o Qhapaq Ñan, que probablemente sea "liberado" o desafectado. La historia del pueblo aymara será removida, desplazada y confinada. ¿Cuál es el beneficio? El proyecto generará alrededor de 4.500 kg. de desechos domiciliarios que se enviarán al vertedero de Putre, en su fase de instalación. A través de perforaciones y tronaduras removerán 6,5 millones de toneladas de material al año. Se trasladará el material hacia Arica en un promedio de 40 viajes diarios. De las 214 hectáreas que ocupará el proyecto, al final de sus operaciones quedarán 70 hectáreas de depósito de lamas, material de rechazo y botaderos ¿Será beneficioso para nuestra salud?
Señor Presidente, muchos dirán que significa trabajo para la comunidad. Pero el pueblo Aymara no es un pueblo minero, al contrario. Considerado como un pueblo testimonio, los Aymaras han sabido vivir en armonía con la naturaleza y las carencias solo son descritas desde el modelo económico, desde el consumismo. Un sistema económico antagonista de la vida misma. En esta ecoregión andina, conviven comunidades naturales que "comparten una gran mayoría de sus especies y dinámica ecológica; comparten condiciones ambientales similares, e interactúan ecológicamente de maneras que son críticas para su persistencia a largo plazo".
Es decir, estamos frente a un territorio patrimonial que, según el sentido común, se debe proteger. Australia recientemente condenó a una minera de manganeso por dañar irreparablemente una zona patrimonial indígena. También existían compromisos de protección y monitoreo. El espíritu de la Tierra y de nuestros antepasados no tienen precio, no existe reparación económica ni compensación posible.
Respecto del agua, para el proceso mismo se requieren 62.500 m3 mensuales de aguas industriales y 3,5 m3 de agua fresca, la cual se extraerá desde la Quebrada de Milluni para depositarla en reservorios de 1.700 m3. Las descargas presentan el riesgo de alteración de la calidad del agua del Rio Lluta, el que como sabemos, es el principal recurso de los agricultores del Valle de Lluta, siendo el mismo que abastece de agua potable a la ciudad de Arica.
Los ariqueños hemos escuchado discursos de desarrollo y progreso por décadas y al contrario, hemos visto como mueren nuestros familiares afectados de extrañas enfermedades, hemos visto a jóvenes madres perder a sus bebes de pocos meses de gestación una y otra vez. Hemos visto cómo desaparece el picaflor de Arica y han dejado de crecer especies vegetales que abundaban en nuestros jardines.
Como usted sabe, Señor Presidente, las decisiones se deben tomar considerando todos los puntos de vista, pero a las mujeres aymaras no nos han consultado. Sin embargo y respondiendo además, a mi formación académica, creo tener el deber de exponer a usted la situación de esta zona de Chile, trifronteriza, lo cual significa que una decisión incorrecta puede afectar también a los demás países.
Finalmente, y en caso de no haber referentes sobre un tema, el razonamiento lógico debería ser "ante la duda abstente".
A nombre de mi madre, la Señora Daría Condori Mamami, mujer aymara, Presidenta de la JJ.VV N° 15, de Putre, Secretaria de la Comunidad Indígena de Putre y socia del Comité de Agua Potable de Putre y mío propio, lo saludo muy cordialmente.
Verónica Grunewald Condori
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